Bogotá. A punto de concluir se encuentran las obras de la vía Loboguerrero-Buenaventura, en el Valle del Cauca, donde la mayor parte de los trabajos, en los cuatro tramos que conforman el proyecto, han finalizado en su primera fase y se hallan entre el 74 y el 92% de ejecución, en segunda y tercera etapa, así lo dio a conocer el Director General del Instituto Nacional de Vías (INVÍAS), Carlos García Montes.
Al hacer un balance de los trabajos anotó que el grueso de este proyecto –que incluye la intervención de 48 kilómetros, en los que se construyen 71 puentes viaductos, 17 túneles y 33,5 km de segundas calzadas, con una inversión de $1,3 billones de pesos– ya finalizó la ejecución de la primera fase en los sectores de Cisneros-Loboguerrero; Citronela-Altos de Zaragoza y Altos de Zaragoza Cisneros.
Así, en el sector Cisneros-Loboguerrero se realizó la excavación de 11 km de túneles y se construyeron 20 puentes y 6,3 km de doble calzada.
En la zona comprendida entre Citronela y Altos de Zaragoza se construyeron 6 puentes y 7,12 kilómetros de segunda calzada.
Los avances son también significativos entre Altos de Zaragoza y Cisneros, donde ya se han construido 15,3 km de los 20 km de segunda calzada, 32 puentes//viaductos (18 de ellos ejecutados en fase 1 y 14 ejecutados en fase 2).
El funcionario explicó que aún quedan pendientes las fases 2 y 3, del proyecto, según los sectores, que incluyen la pavimentación de 1 km entre Citronela-Altos de Zaragoza; la construcción de 1 túnel, 1 puente y la pavimentación de 2 km de segunda calzada entre Cisneros y Loboguerrero y la construcción de los accesos de 3 puentes e instalación de equipos electromecánicos, por lo que es muy posible que en el primer trimestre del 2017 sean dadas al servicio en su totalidad los trabajos de este corredor.
Beneficiarios satisfechos
Para los residentes del área de influencia del proyecto, los trabajos han representado importantes beneficios relacionados principalmente con la generación de empleo y las obras de compensación, que se traducen en una mejor calidad de vida para varias comunidades del Pacífico colombiano.
Así lo atestigua Mirta Cecilia Florian, madre comunitaria y habitante de la vereda Santa Elena, para quien los trabajos en este corredor han mejorado su vida y la de al menos 12 familias que viven entre Citronela y Altos de Zaragoza. “Estoy muy contenta porque gracias a las obras de compensación que vinieron con el proyecto pudimos mejorar las condiciones de una guardería infantil que acoge a más de 15 niños que viven en este sector”, anotó Mirta.
Para Humberto Niño, transportador y comerciante, la construcción de las segundas calzadas entre Cali y Buenaventura, significan una mejora del 80 por ciento en los tiempos de recorrido. “Ya no nos demoramos 3 y 4 horas en este trayecto, porque el tiempo de viaje se ha mermado notablemente y sabemos que a futuro va a haber más movimiento hacia el puerto de Buenaventura”.
Lucila Martínez, asesora del Consejo Comunitario Alto y Medio Dagua (en la zona entre Altos de Zaragoza y Cisneros) resaltó, por su parte, el incentivo que representó para su comunidad la generación de empleo del proyecto, que en su totalidad brindó oportunidades a 1.340 personas. “Nosotros nos hemos visto muy beneficiados con la participación de mano de obra para nuestra comunidad, donde se generaron cerca de 400 trabajos y también con las obras de compensación social como la construcción de escuelas, escenarios deportivos, parques, puestos de salud y casetas comunales”, relató.
“Sabemos que a través de este megaproyecto de infraestructura no solo beneficiamos al Valle del Cauca sino que contribuimos al desarrollo de Pacífico colombiano, en especial al puerto de Buenaventura, brindando así un mayor dinamismo a la economía de esta zona del país”, concluyó, García Montes.